El pedido se complica. No es fácil que la emoción no le gane a lo que se quiere expresar. “No me salen las palabras”, dijo Alfredo Cozzitorti. Es que el recuerdo de lo que vivió está muy fresco. Durante el fin de semana 20 equipos, entre damas y caballeros, jugaron en memoria de Manuel Hernández, en Tucumán de Gimnasia. El “Manolito Hernández”, así se llama oficialmente al torneo que en su tercera edición reunió a equipos de Catamarca, Santiago del Estero, La Rioja, Chaco y dos de Chile. La consagración, tanto en damas como en caballeros, fue para el anfitrión.
No es que Cozzitorti se haya olvidado de todo lo que vivió con su amigo que “partió” en 2012. No tiene nada que ver que se conocieran en los lejanos años 60. Lo que pasa es que esa emotividad que nubla los recuerdos tiene que ver con que el “Manolito Hernández“ es la máxima expresión de lo que el homenajeado buscaba.
“Era un incitador al deporte”, recordó el ex presidente y actual colaborador del club “albiceleste”. “Los eventos que organiza el club convocan mucha gente. Seguro hubiese estado feliz por lo que se vivió durante los tres días”, aseguró “Pichi” que también tiene su torneo homenaje. “Si me lo hacen a mí, cómo no hacerle uno a él con semejante trayectoria”, destacó Cozzitorti.
No fue jugador. “Era bajito, 1,60, pero con un corazón grande”, explicó Cozzitorti. Hernández no tuvo protagonismo dentro de la cancha, pero sí fuera. “Fue mi mentor”, respondió Pablo Cerisola. El actual presidente del club, hace memoria hasta sus 13 años, momento en el que conoció a “Manolo”. El fin de semana Cerisola volvió a jugar luego de más de una década. “Fue una experiencia hermosa”, calificó el punta que dirigió a una de las tres versiones que presentó Tucumán de Gimnasia.
“Jugué con los Sub-19. Cuidaron al viejo -se ríe- y se esforzaron por hacer lo que les pedí”, dijo el presidente. También se calzó los cortos, Marcelo Díaz, entrenador en jefe del equipo masculino. Además de rendirle homenaje a un símbolo de la institución, el motivo de presentar tres planteles es darle rodaje a todos los jugadores que formarán parte del Torneo de Ascenso, desde enero. “Intentamos aportarle a los chicos un poco de la pasión que significa esto”, explicó Díaz. Una pasión que construyó junto con Hernández. “Hablábamos de voley en la vereda porque además de conocerlo del club éramos vecinos y vivíamos a tres casas; en la Mendoza al 1.000”, recordó.
Hernández se destacó, principalmente, por el rol dirigencial que tuvo en Tucumán de Gimnasia al introducir el voley y ponerlo como la actividad de punta. “Fue presidente, vice, secretario... fue todo. No creo que el club haya tenido a alguien que hiciera tanto”, reconoció.